Detras de la barra una puede apreciar tantas cosas, sobre todo en estas cantinas de pueblo. Aquel viejo viudo que aparece todos los dias a las 12 del mediodia a pedir una taza de cafe y se queda mirando a todos lados buscando con quien hablar o leyendo el diario y comentando las ultimas noticias a quien sea que se acerque a menos de dos metros. O esa pareja que se reune, yo diria a escondidas, todos los lunes. Se que estan escondiendo sus reuniones porque piden sus ordenes por separado, un cortado con timidez pide ella y un expresso el -ademas de la rapida mirada que siempre me da- típico de esa clase de hombre infiel. Tambien hay un muchacho que se mudó al pueblo hace un par de años y no habla con nadie pero viene todos los dias a sentarse en un rincón y tocar unas notas en una guitarra que se nota que apenas sabe tocar.
Hace ya unos dos años trabajo en este lugar y sigue siendo el mismo basurero, el dueño rara vez aparece y desde Abril que estoy a cargo de todo. No puedo decir que es una tarea titanica, hay siempre unosm pocos clientes y al menos no me toca hacer la limpieza. Pero siempre sueño con un dia tener mi propio local en la ciudad y que sea energico y vibrante, muchos empleados sirviendo distintas variedades de cafe a jovenes, empresarios, empleados y todo tipo de gente apurada, parejas que pidan bebidas raras como batidos de banana o cocteles de fresa.
Recién está cayendo la noche y siento como si tuviese piedras atadas a las piernas espero que no sea el ciclo que se adelantó este mes porque en la farmacia no van a renovar stock hasta el lunes. Supongo que me espera una noche larga y aburrida de apostadores que solo saben pedir wiskey. Me pregunto cuan legal será todo eso, pero el dueño me dijo que haga ojos ciegos y si alguien pregunta solo diga que vienen a tomar.
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